¿Llevas años pagando cuotas de una tarjeta pero la deuda no termina nunca?. Si este es tu caso, lo más probable es que se trate de una tarjeta revolving.

Las revolving son tarjetas de crédito en las que el titular dispone de un límite de crédito determinado que puede devolver a plazos, por medio de cuotas periódicas bajas, que pueden ser fijas o bien un porcentaje de la deuda existente.

Para comprobar si tienes una tarjeta revolving, basta con acudir a los recibos mensuales y buscar el tipo de interés (T.A.E. o Tasa Anual Equivalente) que el banco nos aplica. Si la T.A.E. es superior al 20%, es una tarjeta revolving, lo que lo convertiría en abusivo aplicando la Ley de Usura y razón suficiente para reclamar la tarjeta revolving.